lunes, diciembre 31, 2007

Tips para sobrevivir diciembre

Prepararse con tiempo para los días de frío es conveniente, así se evitaran apariciones en el cuerpo de coloración morada. También se evita desear tener a alguien para que te caliente la cama. Constantemente.

Si se planea (o no) tener algun encuentro corporal amistoso, asegurar el abastecimiento de materiales para evitar enojos y frustraciones. Sobre todo frustraciones e interrupciones.

No prestar cosas a gente que poco se conoce. Aunque tengan poco valor (economico) las cosas, probablemente al que se las prestes les encontrará aún menos valor. Y no te las regresará.

Si se quiere comprar un par nuevo de zapatos, se debe caminar mínimo unos 100 metros antes de decidir comprarlos. Puede que si no se hace, terminen lastimandote los tobillos al primer uso que les des. (Por eso no me gusta comprar zapatos!!)

Comer es delicioso. Y más en las épocas de fiestas. Pero si se enferma uno del estómago, deberá controlarse de seguir comiendo. Puede poner a uno verdaderamente mal!

La familia es la familia, la base de la sociedad, de donde sale uno, donde se forma y desarrolla. Hay amor y respeto, y aunque no simpre nos caigamos bien, el amor y el respeto nunca debe faltar.

Los verdaderos amigos son pocos. Hay que quererlos mucho, dar gracias por ellos y sobre todo cuidarlos.

Un mes más!

sábado, diciembre 29, 2007

3.14159265

Nunca me he conisderado particularmente inteligente. Siento una especial debilidad intelectual en todo lo relacionado con los números. No sé si fue algo en mi defectuosa educación prepubertad. Por ejemplo, fue años después de ella que comprendí las fracciones. Todavía tengo que imaginarme un reloj o un pastel y partirlo en pedacitos, pero ya comprendo cuándo funciona 1/8 y cuándo 3/4, ysu diferencia.

Mi problema no es realizar los problemas puramente numéricos, después de todo soy ingeniera, más bien es aplicarlo a situaciones reales.

Fue hace unos diez años que entendí de dónde venía pi. Veía la tele y cambiaba canales. De casualidad me detuve en uno en donde pasaban un programa para niños y explicaban lo que era π (pi). Me impactó profundamente. Desde entonces, su composición numérica ha sido una de mis favoritas. Incluso me aprendí los números hasta el octavo decimal y no los he olvidado (hubo una persona que se sabía 31,811 decimales de memoria).

Entonces, tenemos en Wikipedia que π (pi) es un número irracional, cociente entre la longitud de la circunferencia y la longitud de su diámetro y se emplea frecuentemente en matemática, física e ingeniería.

Como yo lo entendí, es que si tu pones dentro de un circulo, en el mero centro, un listón (rojo, porque me gusta) que mide exactamente la distancia de extremo a extremo, después vas a poder poner ese listón alrededor del circulo 3.12159265(etc) veces.

"El rostro de Pi estaba enmascarado; se sobreentendía que nadie podía contemplarlo y continuar con vida. Pero unos ojos de penetrante mirada acechaban tras la máscara, inexorables, fríos y enigmáticos."
Bertrand Russell, Nightmares of Eminent Persons

En 1998, se obtuvieron 51,500,000,000 decimales...

Creo que así es mi vida. La voy entendiendo con espontaneidades, y con cada cosa que pasa, voy acercandome más a descubir las exactitudes que la definirán por completo.

Y mientras voy por el camino del descubriemiento, descubro que de todas formas las incógnitas decimales la hacen deliciosamente imperfecta.

viernes, diciembre 28, 2007

la originalidad ante todo

Se avecinan cambios. En lo personal, siempre me ha disgustado hacer los propósitos de año nuevo pero este año por mi situación actual los habrá. Sin llamarles así, que no me gusta.

Son mis quereres.

Cambié el look de este blog que tanto he llegado a disfrutar desde que lo reanudé, porque de pronto se me hizo muy apretado, amontonado, maquillado. (A ver cuánto me duran estos colores.)

De lo demás, será un intento de cambiar actitudes. Este año he cojeado mucho de la pata izquierda (como el caballo blanco que llegó hasta Ensenada), una pata hecha de negativismo. Todo se ha convertido en quejas y reclamos y autocompasiones que son desagradables hasta para mi, qué culpa tienen los pobres que les ha tocado oirme.

Quiero.

Quieroquieroquieroquiero.

Quiero adaptarme, quiero involucrarme, quiero ser feliz con la rutina, quiero estar más saludable de cuerpo, mente y espíritu. Quiero risas, quiero paz interior, quiero aprender cosas nuevas.

Otravez. Quiero disfrutar llorar otravez, quiero ver más allá de las cosas grandes y poder ver las pequeñas otravez, quiero poder disfrutar de la soledad otravez.

Siempre he sido egoista, pero este año quiero serlo de la forma más sana: quiero estar bien en donde este.

Conmigo. Misma. Yo.

de vuelta en casa

1. El sábado 22, la numerosa familia paterna se reunió. Hay algunos que tenía un año de no ver... desde la comida anterior. Este año, se contaron 68 personas. Mis primos se siguen reproduciendo con entusiasmo, cada año conozco niños nuevos. Este evento me recordó lo mucho que adoro a mi papá, y cuánto le admiro. No es por que sea mi papá... pero simple y obviamente, era la mejor y más noble persona de esas 68 reunidas.

Después la casa de mis papás se llenó con amigos de ellos, de mis hermanas y mios... el albergue de la gente sin quéhacer, como lo llamaba antes de irme, volvió a ser, aunque fuera por un día.

2. El lunes 24 tuvimos la cena con la familia materna. Mucho menos numerosa, pero sinceramente, con las cosas mucho más sinceras. Como deben de ser. Mi papá le regaló al novio próximo esposo de mi hermana, una caja de herramientas que eran de mi abuelo.

3. El 25 en la noche, me quedé viendo una pelicula con mis papás, acostada entre ellos en su cama... echando pulgas, como dice mi papá tan amorosamente. La película tenía cosas tristes que normalmente me hacen llorar, pero yo lloraba más, pensando en que tengo que volver a Ensenada. Disimulo muy bien. No se dieron cuenta.

4. Fui de compras. Odio ir de compras. Creo que empezaré a pedir las cosas por internet. Cada vez hay menos respeto y todos deciden ir a comprar después de navidad. A quién se le ocurre! Ya no soy tan original en mis ideas.

Lo más sobresaliente: Hice media hora de fila.... MEDIA HORA!!! para pagar unos cuantos objetos destinados a ser regalados a mis amigas amantes de las fragancias novedosas. También me compré cuatro pares de zapatos. Ya no me acordaba cual era mi medida. Eso quiere decir que me urgían.

lunes, diciembre 24, 2007

Preparando la cena de navidad

De forma parecida nos organizamos en mi casa...
¡Feliz Navidad!

sábado, diciembre 22, 2007

iluso

Hoy fui al supermercado. Están haciendo una rifa de una de esas camionetas Porsche de noséqué combinación de numerito y letra...

Un señor, muy consternado él, preguntaba si al menos venía con seguro contra terceros.

-¿Pero cómo que no viene con nada?
-Pues no, señor, con nada.
-Pero... ¿nada, nada?

Un Porsche... y creo que van como 5 meses de venta de boletos para la rifa.

Soñar, definitivamente, no cuesta nada!!

Consejo

de mamácaracol:

"Toma las cosas de quien vengan."

jueves, diciembre 20, 2007

mala planeación

me he dado cuenta que no metí zapatos. Ninguno. Solamene tengo con los que me vine puestos.

las botas de trabajo café extremadamente despintadas con un agujerito en la suela en la parte de enfrente de la izquierda, con rastros de lodo y las cintas sin abrochar... no van con negro, ni con falda... ni a restaurantes finolis a donde me llevan a veces...

miércoles, diciembre 19, 2007

desvaríos varios

-No me importa que tengas ocupada la cabeza en otras cosas, ¡tuviste más de un mes para regresarmelo!
-blablabla
-!Eres un idiota, irresponsable, desconsiderado! Y con el respeto que ella se merece: ¡no tienes madre! ¡No lo puedo creer!
-blabla-
-¡no me importa! Te hice un favor, cuando lo necesitabas, te presté algo de valor para mi (aunque no para ti aparentemente, por que así lo perdiste), y eso a ti ¡te vale madres! Qué desconsiderada seré, pidiéndote que me regreses algo mio porque lo quiero... ¡y porque es mio! Idiota...
-blabla
-Para lo unico que te voy a volver a ver el año que viene es para que me lo des. Y me voy a comer tu regalo de navidad!!!!!

Hoy hubiera tenido esa conversación si el interlocutor hubiera tenido los huevos para contestarme el teléfono.

Y si no tuviera educación. Mi mamá me enseñó a respetar a los demás y no decirles palabrotas. Mi mamá me enseñó también a cuidar lo que me prestan y a regresarlo recién terminando de usarlo.

Hoy de verdad me enojé, como hace mucho que no lo hago. Y no es por el objeto material, aunque me lo regalaron mis papás en mi cumpleaños (lo enviaron con una amiga dos meses antes para que me lo dieran de sorpresa)y fue el único regal oque recibí este año. Tenía unas canciones que mi papá me grabó. Da igual, claro. Es que tenía muchas cosas en la cabeza el fulano. Pffft Pfft (escupitajos de rechazo a la persona.)

Estoy en el aeropuerto, mi vuelo se ha retrasado (una vez más) dos horas. ¿Es lo que tiene volar tan barato?

Nadamás lo supe y me vine a la sala VIP... cené sobritas, pero es que no había comido y rujía de hambre. Un chicharrón en salsa verde que me recordó por qué nunca como chicharrón, con tostadas de maíz pinto y unos frijolitos. El chicharrón intenté comer, pero terminé solamente con las tostadas y los frijoles. Unos cacahuates de postre.

Voy camino a la embriaguez con Dos Equis Lager, acompañando el trago con los cigarros más caros de mi vida (bueno... exceptuando los europeos). ¿Por qué todo será tan caro en los aeropuertos?

También he estado trabajando un poco, que parece que tenía que salir de vacaciones para que a los "patrones" se les ocurriera pedirme que haga lo que estoy sugiriendo hacer desde hace 3 meses.

Me urge llegar a Monterrey. Cuando venía a Tijuana en el bus, lloraba de la emoción (que lloro por todo, pero que emoción poder llorar de emoción). Eso me hace pensar en lo infeliz que soy por estos rumbos.

Pero me pregunto "Es el lugar el que me tiene así, ¿o es que yo no puedo ser feliz en ningún lado?" Y eso me da mucho miedo. A veces sospecho lo último, y me asusto. Es cuando trato de ser positiva y me echo porras a mi misma... después de todo, he podido con otros lugares. Creo que tendré que mudarme a otro lado pronto para obtener la respuesta... o darme aún más tiempo (¿cuanto, carajo?).

En fin. Que no he tenido ninguna posada y mis amigos me esperan para tenerlas. Tendré las tradicionals cenas y comidas familiares. Los regalos serán prometidos por medio de cupones (vale por un regalo entregado por ay de principios de enero, dirán) porque odio ir de compras y más en estas épocas. Aunque me encanta regalar. Y que padre poder regalar cuando todo mundo ya no espera los regalos. Como los pocos amigos que leen este blog lo hacen cada dos o tres meses, no me preocupo de arruinar la sorpresa.

¿Una tercer Dos Equis? Bueno! ¿Por qué no? Así aseguro la siesta en el avión, que viene lleno de niños... pero lleno. Lo que se dice lleno. Yo ya conté 15. Y no es que a mi no me gusten los niños (más bien me dan pavor), pero en un avión se concentra el ruido. Mucho. Y los niños se ponen de acuerdo para gritar y llorar. Serán los oídos. Mis respetos para los papás que viajan con niños en avión.

En fin. Mi querido diario intimo. Te quiero tantísimo, porque aquí contigo, aquí yo puedo decir lo que se me antoje y cuando se me antoje. Y al menos tu, no repelas.

Merci.

Carta a ti

Tu vecino me la prestó. Me decidí hoy. Hoy que te recordé con el correo, me acordé de lo que tenía guardado. Mañana me voy a Monterrey, y pensé que sería el mejor momento. Oigo un aria en voz de María Callas. Pero antes, oía a Pavarotti. Creo que es la primera vez que me sale a la primera.

Me ha dado sueño, y aunque no tengo especial gana de escribir lo hago bajo tu recomendación. Algo debe de salir, y no se me ocurre otra cosa que escribir mas que palabras para ti. Dolce e calmo, sorridente. Siento mi cara cosquillear, siento algo en el pecho y en la barriga. Siento la necesidad de repasarla, ligeramente, pero sospecho que ha sido suficiente. Me ha dado sueño, mientras pienso un poco en algo para escribir. Te. Pero creo que así se pierde el objetivo. Debe de fluir, no? Me doy cuenta que andando un poco preocupada, aún y sintiendo tanta soltura de cuerpo y la gravedad en la cabeza, siento mi mente en blanco. O talvez en otra parte. Me pican los ojos. No tengo las gotitas a la mano. Tus gotitas. A veces me acuerdo de ti. No muy seguido, pero suficiente para sentir tu ausencia. Me hubiera gustado que te quedaras. Otravezretengolarespiración. Uno, dos, tres, cuatro, cinco… hasta 20. Me truena la vertebra… oigo a los huesos reacomodarse, el futón es un asesino para mi espalda. Cosquillas en la cara… lado derecho, mió, no tuyo, así de frente, no así debajo. Como esa vez.

Me tiemblan los dedos, creo que es de frío, mi doble calceta no esta sirviendo de mucho. Y es que no me dejaste ninguna cobija, te acuerdas? Se nos olvidó. A mi también por que si te hubieras sordeado y no me la hubieras querido dar en realidad, te la hubiera robado. Pero me traías muy distraida. Este cigarro me está sabiendo interesante…, más rico, más largo. O sole mio.
Tengo sueño, y veo mis foquitos de Navidad tan mal acomodados, y esta velita en su vasito que me relaja en su baila reflejado.

Quieroquieroquieroquieroquieroquieroquiero…. Alguna vez has intentado escribir quiero muchas veces, así? Seguido? Últimamente me he visto haciéndolo seguido, no quiero pensar por qué, no quiero acordarme tampoco. Pero con esto descubrí un ritmo muy interesante de los dedos. Inténtalo. Sé que te gustará.

Cierro mis ojos, echó hacía atrás la cabeza, escucho la música que me gusta tanto pero de la que sé tan poco. Sonrío. Domine Deus. Escribo, no sé que escribo. No sé si debiera ser lo que tendría que ser, pero ya vez que las cosas, a veces, no son lo que debieran ser, ni lo que uno cree debieran ser. Pero son. Y esto es. O talvez, no es? Nunca me han gustado los signos de puntuación que van antes de la oración. Una oración con manos juntas y viendo al cielo o una oración con sujeto y predicado, cualquiera de las dos. Ahorita, la segunda porque las hago, aunque probablemente mal porque nunca me gustó la lingüística y no sé escribir con normatividad. Las diéresis siempre se me han hecho puntuaciones interesantes. Era la única parte de la lingüística que me gustaba. Allí, en la palabra. Aunque te diré que odio escribirlas en el teclado. Hay tan pocas palabras con diéresis que la uso tan poco y se me olvida dónde está.

Tengo mucho sueño. Ahora si. Me voy a la cama…
Yo te deseo lo mejor, sabes? A donde vayas y con quien vayas. A quien vayas también. Te deseo también: a veces. Y te deseo más felicidad. Y en general deseo que los hilos de nuestras vidas se vuelvan a embrollar. Siempre es agradable acordarse de ti.

Te mando un beso y un piojito.

Adiós, pero conmigo serás, irás adentro de una gota de sangre que circule en mis venas o fuera, beso que me abrasa el rostro o cinturón de fuego en mi cintura.

martes, diciembre 18, 2007

...talionem imponere...



Actualización: Sé que no debo, sé que no debo, pero es que hoy me siento vengativa. Traigo ese corajito que hierve la sangre sin darte cuenta y de pronto, me cocina y me hace explotar en pensamientos negativos. De esos que parecen muy ad hoc en el momento pero que cuando ya te relajas, caes en cuenta que probablemente no sea muy conveniente huevear a las 3 de la mañana la casa de X o Y persona, o meterte por una ventana de la casa de la susodicha X o Y persona y disolver laxante en el agua para tomar. O llevarle ejotitos y calabacitas de regalo inyectados con ... vinagre. Lo que sea.

Esas cosas suenan mejor que una simple ley del hielo o nadamás terminar con lo que haya de relación... y aunque no me conviene por mi condición actual, nunca he sido de estar obligándome a pasar tiempo con gente que simplemente no es de mi agrado, o con la que no me puedo comunicar, con la que me molesta más lo que hace o deja de hacer que lo que me agrada.

En vez de una venganza que sólo tendrá singificado para mi (porque a la otra persona probablemente le sea indiferente), me dedicaré a realizar una completa abrasión de los lazos de conveniencia que me tienen lamentosamente atada.

domingo, diciembre 16, 2007

observaciones genéricas

El viaje laboral fue un éxito. Regresé ayer cansada, rojita de la nariz y los cachetes por los besuqueos descarados del sol, y mis botas dejaron rastros de lodo desde Sinaloa, cruzando por Sonora y terminando en Ensenada.

El mundo de la agricultura en mi querido país sigue siendo dominado por el género masculino, por no decir macho, que obviamente no es lo mismo pero derrepente, cómo se parece.

Ser mujer, única (como soy y no lo digo positivamente)y a veces la única, tiene sus ventajas y desventajas.

.Cuando dos o más hombres se reúnen, allí estarán constantemente palabras como cabrón, pendejo, pinche, huevón, jodido, chingar y mamar en todas sus formas conjugadas y adjetivales.

Cuando dos o más hombres se reúnen y está una mujer presente (en este caso, yo), se ofuscan y terminan diciéndolas a la mitad o en murmullos, simplemente porque cuesta no decirlas ante los otros machos. Siempre me echan ojo para ver la reacción.

No me inmuto. Me divierto en mi interior. Y no es que me afecte, que yo soy suficientemete mal hablada... pero es que he descubierto que la raya del respeto verbal con un hombre mexicano es muy fina y no me gusta que se borre.

.Ir llevada por todas partes y estar reunida en todas partes por uno o más hombres, siempre es un problema a la hora de querer ir al baño a hacer pipí. Más bien, andar con una mujer que quiere hacer pipí siempre es un problema para ellos.

Desde mi infancia desenvuelta con 11 hombres de un rango de edades entre los 8 y los 15, en el campo, en ranchos, en lagos, en el desierto, en campamentos, en el "club" de la casa del árbol, en las excursiones en bicicleta, y ya después en la carrera, donde solamente el 10% eramos mujeres, descubrí lo complicado que yo volvía todo a la hora de querer orinar.

"Para la camioneta allá en la esquina cerca del árbol, ¿traes papel?, voltéense todos, escóndete, busca el arbustito, que no salpique el pantalón, quiero un baño limpio, no hay papel, espérenla todos porque tiene que ir al baño antes de salir... ¿otra vez?", y el peor escenario: en medio de un lago pescando... nadie está de acuerdo con volver a la orilla para dejarte encontrar alivio detrás de un árbol.

Ahora, no es diferente. Pero bueno, que no puedo aguantar las ganas toda la vida y trato de ser creativa y no molestar pero a veces no se puede. Y aunque lo disimulan, llego a notar en sus caras algo de fastidio.

(Siempre me han causado gran envidia los hombres sólo por eso.)

.Cuando se portan caballerosos (porque todavía hay caballeros), y se deshacen en atenciones... bueno, a quién no le gusta eso? A mi me encanta.

Tener a 6 machotes rodeándome a la hora de una comida, esperando que decida qué quiero pedir, atentos a cualquier cosa que pueda necesitar, abriendome puertas, etc., no tiene precio.

.A ellos les encanta que una los escuche (o aparente hacerlo). Yo me quedo muy callada y los oigo hablar de sus maravillas, todos sus logros, todos sus conocimientos. He aprendido cómo desconectarme (no siempre lo hago) a la mitad y quedarme con lo importante... también cuándo hacer los sonidos y las expresiones adecuadas, ya sea de asombro, incredulidad, confusión o acuerdo. Sonrío, asiento, envío mis cejas a la línea de mi pelo, todo depende.

Es asombroso lo que le cuentan a una... A veces, no me la creo. Cosas de trabajo, cosas personales. No es que yo sea particularmente especial, es simplemente que la gente en general y creo yo, más los hombres, están muy necesitados de ser escuchados. Entonces, yo escucho.

.Aunque normalmente hablo mucho, en estas ocasiones de negocios, me contengo. Hablo cuando tengo que hablar, digo cuando sé, opino fundamentada. Pregunto mucho. A veces creen que una está medio tonta. Y está bien.

Lo que importa es cómo funiconas a la hora de los chingazos en un mundo predominantemente masculino y machista, y no en las comidas ni en los tours y paseos. Lo que importa es la seguridad y que sepas jugar y no vayas en contra de la corriente, porque así no se llega a ningún lado.

Lo que tengo entre las piernas me encasilla, pero no me define. Es algo que me gusta demostrar con hechos y no con habladurías feministas. Después de todo, la única que decide si se queda en esa casilla o no, soy yo y no los demás. A la única que tengo que demostrarle mi valor con honestidad y transparencia es a mi misma y creo que eso se refleja.

Creo también que no voy tan mal. Aprendiendo, también. Me gusta.

jueves, diciembre 13, 2007

con olor a madrugada

Mañana me voy a recorrer Sinaloa y Sonora, a ver campos de ejotes y calabacitas miniatura.

Aunque el viaje estaba contemplado, hoy se definió. Después de días de intensa lluvia (benditabenditabendita), ésta ha decidido reposar y por lo mismo, los versos del campo, con sus crestas forradas de plantitas chaparras y verdes, vuelven sus pequeños valles intransitables, transitables otra vez. Habrá cosecha.

Frénetico día organizando, afinando detalles... también poniendo en orden mi escritorio en la oficina (que siempre parece zona de desastre) y mi departamentito, que había descuidado un poco.

Y lavando ropa, pues había llegado una vez más a mi etapa (predecible y cíclica) de usar calcetines dispares (mis pies tienen complejo de cupido, siempre queriendo hacer parejas disparejas).

Me encanta lavar ropa y no lo hago más seguido (creo) por principios ecológicos. Será el sonido monotono y relajante del motor de la lavadora y el agua agitada lo que me atrapa, con el repentino desatino del golpe metálico contra la pared de la canasta de un botón o la moneda olvidada en un pantalón que se convierte en submarinista involuntaria.

Pero sobre todo, me gusta cuando la ropa se saca de la secadora, calientita y oliendo... a limpio. Me apuro a extenderla para evitar las arrugas y seguir libre de la esclavitud de una plancha, y mientras doblo y cuelgo, aspiro. Huelo y huelo el olor a jabón combinado con suavizante, de ese amarillo de botella con flores, y me dan ganas de amarrarme una blusa a la cabeza para tener la tela contra la nariz hasta que ya no quede olor y en los pelitos de mi nariz no haya nadamás mocos pero pelusitas también (!!!).

Ya he separado lo que me pondré mañana. Mañana de madrugadísima que vaya al encuentro de la agricultura, voy a oler. A oler rico. Bien. Rico.

*Vivaldi con Domine Deus es un excelente acompañante para esta labor.

lunes, diciembre 10, 2007

Se las dejo fácil...

Esto es para mis amigos (por favor, los despistados, lean HASTA EL FINAL). Si esta navidad pensaban hacerme un regalo (mas les vale que así sea), les facilito la tarea con esta lista de cosas que NECESITO:

-Un tostador, que no tengo, y siempre se me anotja un pan tostado con mantequilla en la mañana.

-Una cobija (mínimo). La temperatura baja sospechosamente (pues si, parece que ya es invierno) y yo no tengo ninguna cobija con que taparme y espantar el frío. Puede que un día amanezca tiesa y azul.

-Un mueble para el micro (o si quiera una repisa incluyendo la instalación, que no nos llevamos bien el taladro y yo), que ya lo quiero quitar de la mesa del comedor.

-El libro de Lujuria perpetua, del cual sólo alcancé a leer el título antes de que fuera robado y hasta ahora no logro superar la curiosidad de su contenido (tampoco sé por qué no lo he comprado).

-Una pantuflas (las mías parece que tienen boca y la abren cuando camino), de preferencia que no sean de las que regalan en las bodas cuando ya no soportas los zapatos de tacón (en mi caso, a los 20 minutos de haber entrado al salón) porque no sobreviven una ida express a la tienda de autoservicio (comprobado).

-Calcetines, gruesos, que no se cuál es el afán de mis dedos gordos de querer liberarse, pero ya todos mis calcetinos tienen hoyito... y/o están flojos.

-Un plumero aspiradora, para poder sacudir las persianas y no estornudar constantemente con el polvo que a algún lado tiene que ir.

-Cacahuates, porque esto no es algo que yo pueda pensar en rechazar.

-Un set de cucharas y palas para cocinar que no se derritan cuando me anime a usarlas de la manera convencional (estoy segura que usar la cuchara para medir el detergente para lavar ropa no tiene NADA que ver con que se derritan contra el sartén).

-Un elote de la Purísima con todo.

-Un hombre más alto que yo (1.72 ya se acepta) que me bese despacio y me ayude a cargar cosas pesadas. Si aparte me quiere, prometo no regresarlo.

-Nieve el 24 de diciembre.

*Nota: Cualquiera de estas cosas se puede intercambiar mil8mil veces y sin si quiera pensarlo por tenerlos aquí cerca de mi un día cualquiera. ¡Los quiero y extraño tanto!

sábado, diciembre 08, 2007

espechial fraidei

1. Fuí a San Quintín (conocido popularmente como San Polvín por ... obviamente, la cantidad de polvo que ronda el lugar) de trabajo. El camino es de aproximadamente 170 km, pero se hace entre 2 horas a dos horas y media, por el tipo de carretera: mucha sierra con muchas curvas y mucho tráfico de ese pesaaado.

Me gusta manejar en carreteras, me gusta ir viendo, y ahora sin radio, iba cantando pedazos de canciones... no podía dejar de asombrarme con la nobleza que muestra la naturaleza. Con una sola llovida, las semillas que esperaban pacientemente bajo tierra emergen, las plantitas que parecen haber muerto reviven dando un color increíble al paisaje. En el desierto!!!



2. Comí en casa de un amigo de la carrera y su esposa. Su esposa gusta dejar la puerta del refri abierta mientras platica (como si quisiera enfriar toda su casa), algo que no dejaba de inquietarme... qué desperdicio de energía. Me controlé y solamente cerré la puerta una vez.

3. Después de un día exitoso de trabajo, iba de regreso. Aquí empieza a meterse el sol muy temprano. A las 5 más o menos está totalmente oscuro. Y había lluvia, fuerte, de esa que encanta. Pero... yo no sé si son mis ojos defectuosos, si a todo mundo le pasa, pero yo no veo nada cuando viene un carro del otro lado. Las luces me matan!

Cuando venía cualquier vehículo en dirección contraria, pegaba la nariz al volante y enfocaba la vista a la rayita blanca del lado derecho, pero me ponía tan nerviosa... y en un momento pasó... me salí del camino en una curva.

Creo que podría haber visto pasar mi vida frente a mis ojos si hubiera podido ver algo y no sólo oscuridad. Y también, hubiera podido ver el espacio junto al camino que me salvó la vida después de un desliz peligroso hasta la orilla. Si recuerdo bien, parándote allí de día puedes ver para abajo el barranco de mil8mil kilómetros que termina en piedra y arena. Qué susto. El corazón se me salía del pecho, talvez se me atoró en la garganta. Pero lo único que pasó, fue que juré no volver a conducir de noche por esa carretera.

4. Llegué directo a conocer al bebé de una amiga, con sus 3 días de nacido. Olvidé los calcetines miniatura que compré como regalo (mi primera compra de regalo para bebé).

Hubo un momento en que me pusieron al bebé en los brazos y yo no podía dejar de pensar en la condición mental de esta gente. Sentía que el bebé traía colgada una etiqueta de "maneje con muchisísimo cuidado" y no me movía.

Al fin me relajé y el bebé, tan desconsiderado, empezó a llorar como si yo lo estuviera matando y aparte, sin piedad.

Me dijeron tajantemente que le cantara algo y no solamente lo meciera, a lo que obedecí al instante: "Mexicanos al grito de guerra..."... a pesar de la reacción inicial de los espectadores por oírme cantar nerviosamente el himno nacional, la personita se calmó (aunque nadamás le gustó la primera estrofa).

Al fin, tengo que decir que me gustó sentirle calientito en mis brazos, todo rojo y peludo, con los deditos increiblemente perfectos.

5. Fue un día lleno de experiencias. Un día que a pesar de todo, me gustó totalmente. Y estoy viva, sobre todo eso, y viviendo.

jueves, diciembre 06, 2007

Préndanle una velita...

En el sillón, sobre el tapete de mi sala, en la cocina, en mi cama. En el sillón que es incomodo para mi pero no para ti, en el tapete, que deja de espacio todo el piso de la sala para manobriar, en la cocina, que es chiquita y está un poco vacía, pero que tu volviste cálida con tus recuerdos, en mi cama que es grande y firme, que parecía hacerse pequeña y suave cuando nos envolvimos entre plumas sobre ella.

Horas. Horas hablando, horas tocando, horas sintiendo, oyendo, viendo. Enredándome con el pelo, acariciándole, besándole, adivinando sus expresiones con mis manos, oliéndole la piel, sintiéndole ligera la barba.

Me gustan sus besos y que le gusten los míos. Me gusta el silencio que hace y que me dice tanto. O me dice nada, pero que disfruto de igual forma. Me gusta su voz, pausada, grave, paciente.

Silencios… largos, cortos, obvios, interrumpidos, apasionados, como tus besos, como los movimientos de tu cuerpo junto a ella, sobre ella, debajo de ella. Ella que te abraza, ella que te sujeta cerca, que te susurra al oído, que lo hace en francés.

La que te piensa, la que te prueba,la que pone su cabeza en tu hombro… La que no se enamora, pero se emociona.

Ella quien se despide con un hasta pronto incierto.

Otro sueño, que promete, que regala, que da. Y está contenta, contenta de que fuera un sueño… de que no sea cierto…¡porque no traía condón!

“Amor, te espero. Adiós, amor, te espero. Amor, amor, te espero…
con tu nombre en la boca y un beso que jamás se apartó de la tuya…”

miércoles, diciembre 05, 2007

Sonora y mis ojos negros...



...que vieron, en partes, entero, todo y nada. Me acuerdo...
Silencio, suspiros, sonrisas, calor... calabacitas, ejotes y... mosquitos!

Mosquitos con aspiraciones a vampiro.

Estas cosas no tienen precio. Estas cosas me recuerdan, que , mi vida que me gusta, con sus diferentes horas, como las horas se ven en el cielo, que mientras van pasando, a veces se hace claro, a veces negro y no deja pasar ni la luz de las estrellas, que a veces se pinta de colores vivos, que dan alegría, que dan tranquilidad, que dan paz. Que se llena de nubes, de tormentas, que llora, que emociona.

Y me alegro de tener más horas, de tener más días, de tener otra oportunidad para ver las cosas buenas que hay en mi vida, esas cosas chiquitas que hacen que todo sea especial y único, y no solamente un pasar pisoteando enojada, molesta, esperando. Que yo no quiero solamente pasar. Menos esperar.

A buscar, entonces...

martes, diciembre 04, 2007

detalles...

Hola pequeña Caracol
Te gustaría ir a cenar a casa después de nadar?


Cuando llegué a mi casa después de un largo día de trabajo, encontré una hojita con este recado...

Mi auxiliar de vuelo me hizo el día.

Comí un pozole, caldo caliente y aparte vegetariano... los caldos no son mis preferidos, pero... hace mucho que no comía tan delicioso.

Se me calentó el estomago y también el corazón.

domingo, diciembre 02, 2007

y me peiné bonito...

Hoy ha sido un poco mierdoso. Es domingo, y estoy trabajando, pues nos llegó producto para empacar esta madrugada. Lo veo como una ventaja, me volvería loca estando sola en mi casa.
Y esque me enmierda más sentirme así! Dejar que las cosas me afecten tanto, que tan fácilmente me derrumbe y que con tan poco me sienta derrumbada! Parece un circulito vicioso... feito, feito.
Este sábado fue uná noche de esperar "vestida y alborotada" noticias de la poca gente que he conicido aquí... para hacer algo.
por qué no me atrevo a irme sola? Por qué tengo que depender de la invitación de alguien más, del plan de otros, para yo hacer algo?
Por qué espero siempre tanto de la gente? Por qué no entiendo que la gente no es como yo, que la gente no tiene por qué ser considerada conmigo, que no tienen por qué ser atentos y claros?
A lo mejor no les caigo bien? A lo mejor no hay suficiente confianza para que me manden a la mierda con claridad y no indirectamente? Talvez no se acuerdan.
Lo más probable es que no sea suficientemente importante para que si quiera se acuerden...
Que mal día, y de que forma tan patética me hago la víctima. Espero que se me pase rápido. Espero que pueda logar que me deje de importar no tener amigos cercanos, de confianza. A lo mejor cuando eso pase, todo se dará solito... aunque ya van 7 meses...
Siento que ando mendigando amistad, cariño, amor. Siento que me acerco con cara de perrito perdido y con mirada lastimosa, espero que me den lo que sea... aunque sean sobras...
Quiero desahogarme. Quiero regresarme a mi ciudad. Quiero llorar. Quiero gritarle a alguien. Quiero decir a alguien los discursos repasados en voz alta en la oscuridad de mi casa. Quiero decirles que me sean claros, que es mejor. Quiero que sepan cómo se siente... porque nadie me entiende. Pobre de mi.
Pobrecita de mi...
Recordando que este es mi super diario intimo, quien lea y haga juicios, a la chingada, que se vaya y no vuelva más. De momento me seguiré lamentando sobre mi existencia cual individuo que se ahoga en un vaso de agua, y lo disfutaré. Mañana será otro día. Déjame en paz. He dicho.