-2 hernias de disco
-Amigos, pocos, pero de muchísima calidad, y que voy a extrañar un montón
-10 kilos demás
-La seguridad de que las cosas siempre pasan por algo
-Pope, mi gato rescatado de un viñedo de bebé (al ser perseguido por unos cuervos enormes)
-2 años y 10 meses de experiencia en viticultura
-85 libros
-Aparentemente, una ligera alergia al polvo
-Buenas recomendaciones y deseos de mis jefes
-Una oferta de un nuevo trabajo en Texas, US of A.
-Una colección de conchitas y vidrio erosionado de las playas de la costa del Mar de Cortés
-La dicha de haber confirmado que el karma SI existe
-Una pasión por comer chimisquis (nombre totalmente local de las semillitas de girasol)
-Una pequeña aversión por los enólogos
-El recuerdo de una de las mejores y menos aprovechadas relaciones amorosas que he tenido con un hombre
-Ganas de un mesesito de verdaderas vacaciones
-2 asquerosos mezquinos en la mano izquierda
-La alegría de saber que es verdad que existe un mundo lleno de posibilidades
-La emocipon de tener, al fin, el orgullo del papácaracol
-El aprendizaje que dejan las malas experiencias
-El conocimiento sobre más de 80 variedades de uva para hacer vino
-Buenos contactos en el ramo de la vitivinicultura
-Un libro escrito por mi jefecito, dedicado!
-Un renovado amor por la familiacaracol
-Mis "millonarios" ahorros
-Mucha emoción por saber qué es lo que viene!!
sábado, diciembre 10, 2011
Casi
Creo que la última vez que escribí algo aquí fue casi recién llegada. En el 2009! El tiempo pasa rapídisimo y en ocasiones eso puede ser super bueno... en otras me da la impresión de que esta rapidez me deja con el pelo parado y un poco desorientada, obviamente preguntándome a dónde fregados se fue. El tiempo.
Son casi 3 años que llegué aqui. Faltan alrededor de 8 días para irme. Para siempre. O al menos para dejar mi residencia, mi trabajo, la vida que me he hecho aqui.
Casi casi que vuelvo a ser el caracol de antes... una mudanza más para añadir a la lista!
Son casi 3 años que llegué aqui. Faltan alrededor de 8 días para irme. Para siempre. O al menos para dejar mi residencia, mi trabajo, la vida que me he hecho aqui.
Casi casi que vuelvo a ser el caracol de antes... una mudanza más para añadir a la lista!
martes, diciembre 06, 2011
domingo, noviembre 13, 2011
On syo
He puesto en las paredes este fin de semana unas repisas que yo hice... bueno, que pinté, nadamás... pero es tan bonito hacer las cosas tu misma, y luego verlas alli, útiles. Y bonitas.
Tengo plantas encima y libros, que las dos cosas me gustan mucho. Afuera hace un día hermoso, soleado, se oyen los pajaros discutiendo y hasta los cuervos con sus cantos medio escabrosos se oyen bonitos hoy.
Tengo un gato que se llama Pope (de cariño, por que en realidad se llama Popeye, pero no le gusta su nombre) y una camioneta blanca a la cual le falla el embrague.
No me gusta lavar los platos ni planchar, entonces una decoración permanente en mi casa son platos apilados creativamente en el fregadero y siempre ando un poco arrugada.
Siempre me he adelantado un poco a mi empoca, inclusive en el aspecto de las canas y los bochornos que dicen que vienen con la menopausia.
Soy lenta para despertar en las mañanas y lenta para dormirme en las noches, usando libros para arrullarme.
Lo único que me gusta de pelar naranjas es comermelas y el olor que me deja en las manos todo el día.
Me gusta usar ropa interior de colores, de preferencia dos o más en el mismo, y seguido ando emparejando los calcetines con quien no les corresponde.
No sé amarrarme bien las cintas de los zapatos y suelo andar dejando caminitos serpentoriales en la tierra por lo mismo.
Casi siempre soy yo la que soy, aunque a veces me encuentro siendo otra que no soy intentando ser mejor de lo que soy.
Yo soy esa, casi siempre. tú, ¿quién eres?
Tengo plantas encima y libros, que las dos cosas me gustan mucho. Afuera hace un día hermoso, soleado, se oyen los pajaros discutiendo y hasta los cuervos con sus cantos medio escabrosos se oyen bonitos hoy.
Tengo un gato que se llama Pope (de cariño, por que en realidad se llama Popeye, pero no le gusta su nombre) y una camioneta blanca a la cual le falla el embrague.
No me gusta lavar los platos ni planchar, entonces una decoración permanente en mi casa son platos apilados creativamente en el fregadero y siempre ando un poco arrugada.
Siempre me he adelantado un poco a mi empoca, inclusive en el aspecto de las canas y los bochornos que dicen que vienen con la menopausia.
Soy lenta para despertar en las mañanas y lenta para dormirme en las noches, usando libros para arrullarme.
Lo único que me gusta de pelar naranjas es comermelas y el olor que me deja en las manos todo el día.
Me gusta usar ropa interior de colores, de preferencia dos o más en el mismo, y seguido ando emparejando los calcetines con quien no les corresponde.
No sé amarrarme bien las cintas de los zapatos y suelo andar dejando caminitos serpentoriales en la tierra por lo mismo.
Casi siempre soy yo la que soy, aunque a veces me encuentro siendo otra que no soy intentando ser mejor de lo que soy.
Yo soy esa, casi siempre. tú, ¿quién eres?
martes, octubre 11, 2011
Y al final...
Hoy, al fin, terminamos con la vendimia... se me abre la agenda, tengo tiempo para hacer cosas que no tienen que ver con el trabajo.
He estado pensando qué podría escribir, qué decir, qué contar... todo para no tener abandonado este blog que tanto me ha servido para entretenerme, desahogarme, conocer gente, documentar, chismear, compartir.
Quisiera tener las ganas de contar y que salieran las palabras por los dedos para escribir como antes lo hacía. Pero nada.
A veces pienso que este blog me sirvió en la tragedia, en el dolor, la incertidumbre, la soledad. Me gustaba también el anonimato, cosa que practicamente ha dejado de existir.
Ahora, todo va excelente. Más que excelente. Ya no hay historias drámaticas que se pueden contar con sarcasmo para ver si así le encuentro la gracia... todo lo que me pasa que en algún momento pude considerar malo deja de serlo por que ya por si solo me da risa, de esa sincera en que nomás se tuercen los ojos, levantas los hombros y luego cuentas a los amigos para que se rían contigo.
Por que tengo amigos, por que me he adaptado extraordinariamente bien, por que estoy satisfecha, feliz y me siento tan contenta con lo que estoy haciendo, en donde estoy, con quien estoy, con los día que pasan como agua fresca después de una sequía dura que parecía no tener fin.
Ya llovió.
Me da gusto estar asi en mi vida, por cierto.
Y, cómo carajos no, carajo.
Con esto me despido del blog, con algo de nostalgia. Imagino que lo dejaré como un recuerdo, como las cartitas entre las amigas en sexto de primaria, las invitaciones a quinceaños y luego las de las bodas, las cartas amorosas del primer novio, los restos de boletos de avión de mis primeros viajes... todo en el baúl rojo al pie de la cama que queda en casa de los papás caracol. Ahí están para cuando me den ganas de meter las manos y buscar para acordarme... y allí queda, para cuando queira echar más.
Es tiempo de empezar un nuevo capítulo... un nuevo blog?
No sé, no sé.
Cinco-cuatro (pendientes)
He estado pensando qué podría escribir, qué decir, qué contar... todo para no tener abandonado este blog que tanto me ha servido para entretenerme, desahogarme, conocer gente, documentar, chismear, compartir.
Quisiera tener las ganas de contar y que salieran las palabras por los dedos para escribir como antes lo hacía. Pero nada.
A veces pienso que este blog me sirvió en la tragedia, en el dolor, la incertidumbre, la soledad. Me gustaba también el anonimato, cosa que practicamente ha dejado de existir.
Ahora, todo va excelente. Más que excelente. Ya no hay historias drámaticas que se pueden contar con sarcasmo para ver si así le encuentro la gracia... todo lo que me pasa que en algún momento pude considerar malo deja de serlo por que ya por si solo me da risa, de esa sincera en que nomás se tuercen los ojos, levantas los hombros y luego cuentas a los amigos para que se rían contigo.
Por que tengo amigos, por que me he adaptado extraordinariamente bien, por que estoy satisfecha, feliz y me siento tan contenta con lo que estoy haciendo, en donde estoy, con quien estoy, con los día que pasan como agua fresca después de una sequía dura que parecía no tener fin.
Ya llovió.
Me da gusto estar asi en mi vida, por cierto.
Y, cómo carajos no, carajo.
Con esto me despido del blog, con algo de nostalgia. Imagino que lo dejaré como un recuerdo, como las cartitas entre las amigas en sexto de primaria, las invitaciones a quinceaños y luego las de las bodas, las cartas amorosas del primer novio, los restos de boletos de avión de mis primeros viajes... todo en el baúl rojo al pie de la cama que queda en casa de los papás caracol. Ahí están para cuando me den ganas de meter las manos y buscar para acordarme... y allí queda, para cuando queira echar más.
Es tiempo de empezar un nuevo capítulo... un nuevo blog?
No sé, no sé.
Cinco-cuatro (pendientes)
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