martes, diciembre 02, 2008

Cama d'or

Estaba haciendo un muestreo de semillas en un montón enorme de cebada recién trillada. Metía un brazo, hondo, y luego el otro, apretando el puño con lo que alcanzaba a agarrar mi mano y después soltando lentamente una cascada dorada para que cayera dentro del costal.

Sentía cosquillitas ricas y suaves por la piel. Todo se hundía a mi alrededor y parecía que me movía en camara lenta.

¿Qué tan urgente será mi necesidad ardiente que por un instante me imaginé involucrada en una sesión ardiente de sexo ardiente entre aquél semillero noardiente?

La repentina corriente de aire que levantó polvo y cascaritas de diversas fuentes de ese montón de granitos y los metió en mi nariz (haciéndome estornudar (estruendosamente)), me sacó de dichoso estado mental con crueldad.

Las cortaditas por espigas y la comezón que todavía traigo en la piel me han llevado a descartar por completo la idea.

4 comentarios:

  1. Interesante ver como las cosquillitas ricas que te recorrian la piel se convirtieron en una molesta comezon jeje definitivamente creo que no es el mejor lugar para una sesion de sexo ardiente, solo de imaginar el polvo que se acumularia en ciertas partes de la anatomia me da cosaaa.

    Bonito dia!!

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  2. Es que ya se sabe que tanto polvo...

    (Con todo, jamás permitas que -ni siquiera un estornudo- limite tu capacidad imaginativa).

    Biquiños profundos

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  3. Me recordó una escena de Amelie, en la que ella declara que prefiere meter las manos en las canastas llenas de granos que el sexo, le produce más placer!

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  4. igual que el sexo.. a veces lastima, deja heridas y si tienes mala suerte te da comezón....

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