Me despierto a las 6:15 de la mañana.
Pasan por mi a las 7:10.
Mi hora de comida es de 12:30 a 1:30.
Salgo a las 5:00... en teoría.
Como no tengo carro (de momento, espero) estoy a merced de quien quiera pasar por mi en la mañanas y de quien vaya para la ciudad más o menos a mi hora de salida. Incluyo a algunos productores que agarro incautos cuando van a dejar lechugas y rábanos al empaque.
Me la he pasado de pie, caminando de aquí para allá constantemente y bajo el sol.
Estuve contando borregas, checando el estado de las ubres, su salud en general, corretéandolas y tumbándolas cual vaquera de rodeo que se equivocó de especie de animal. Sobre la mierda.
Hice trampas de pegamento para las malditas moscas (que no dejan en paz) y tuve pegamento en las manos todo el día (lo que imposibilita practicamente cualquier otro tipo de actividad que no sea hacer trampas de pegamento para moscas).
Me senté sobre un gran montículo de mierda de lombriz y estuve horas sacando a mano (uno por uno) a los benditos bichos para sembrarlos en otra de las camas de estiércol bovino.
Caminaba por el monte muy campante y cuidando que no me saliera de pronto una víbora cascabel cuando se me metió una maldita mosca por el hoyito izquierdo de la nariz. Descubrí que la única forma de sacarla, es tapando el otro hoyito y soplando por la nariz bien fuerte. Si uno no tarda en perder el estilo, carajo!
Pasé como cuatro horas cambiando micro-aspersores para los riegos de las camas de lombrices. Para identificar los quemados y tapados, el riego tenía que estar funcionanod. Terminé empapada con agua de reciclaje del lavado de las hortalizas del empaque... oliendo como que acidita. Mis botas todavia hacen squish cuando camino.
Una vaca trató de comerse mi celular. Todavía le salen babas cuando aprieto algunos botones.
Llegar a ser la "patrona" de tres hombres de rancho, es pesadito. Tengo que andar acariciando egos (juro que es lo único) todo el pinshi día y aparte, cuidarme que no se les infle y luego ni caso me quieran hacer.
En las mañanas paso unos minutos acariciando y hablando asuntos de amor con las becerritas. Los perros ovejeros me siguen para que les acaricie todo el rato y el toro semental me resopla y me llena de mocos cuando me acerco a platicar, a sobarle entre los ojos y a espantarle las moscas.
Se me empieza a notar el bronceado de agricultor. O sea, ya traigo cuello y mangas marcadas. El sol está bien picante por estos rumbos.
Me he cortado las uñas y ya traigo las manos llenas de cortadas. Medio negras por el sol.
Mi uniforme son jeans, blusas polo,botas y una gorra de beisbol. Todos los días he terminado marranísima, con manchas de tierra, de estiércol, sudada y apestosa.
Me encanta mi trabajo.
Me encantó lo de la vaca celularófaga, pero para la próxima vida lo que más deseo es ser perro ovejero y tener una pastorcilla como tú a mano, para que me rasque el cogote y me haga carantoñas debajo de la mandíbula, y luego irme a corretear brebises tan campante.
ResponderBorrarPara las lombrices, ¿no sería más fácil cerner que andar sacándolas una a una?
Qué buen arranque de trabajo. Leo e imagino aquello que haces por/para la naturaleza con tus manos.
ResponderBorrarAfortunadas lombrices, moscas, vacas, egos... Y más afortunada tú por amar tanto tu profesión.
¿Las lombrices duermen?
Sigo con la duda.
Aaaaah
ResponderBorraryo quiero ver ...
Interesante y asqueroso a la vez, como para verlo por televisión en dónde no se puede oler lo que hay.
Felicidades, me da muchísimo gusto que estés contenta.
Para mi manía de lavarme las manos, tu trabajo es la peor pesadilla.
Un abrazote (ya que estés limpia y bañadita).
que buen toque!! suena tan delicioso!! de verdad que sí a uno le gustan esas cosas puede ser excelente!!
ResponderBorrarsabes que suena como la novela Pasión de Gavilanes!! Aunque más bien es como Pasión de Caracoles o algo así!!!
Joder,no te acerques nunca a un semental.Y menos a un toro semental....
ResponderBorrarEres la Bridget Jones de la agricultura.Deberías escribir tus vivencias.Seguro que hacen una película de lo más taquillera.Así tendrías para comprarte un coche.Te lo digo muy en serio.Un beso,"sentrañas".
Pues menos mal que a ti te gusta tu trabajo, porque yo no serviría para hacer lo que tu haces.
ResponderBorrarTodavía me estoy riendo con Agata y su Bridget Jones. Buenisimo!
Me alegro de que hayas encontrado al fin un trabajo que te guste, aunque yo no sé si valdría para eso.
ResponderBorrarPor cierto, a ese tipo de bronceado que tú tienes lo llamamos aquí moreno Agromán jejeje.
Ándele! Esta es mi chica, carallo!
ResponderBorrarBicos
Te he visto, juro que te he visto por el campo espantando moscas, babeada por terneros y oliendo a... De todo.
ResponderBorrarMe encanta tu trabajo.
Lástima no haber sido más lista cuando me hubiera tocado.
¿Checando el estado de las ubres? ¿acariciando un semental? ¿haciendo la cama de las lombrices?
ResponderBorrar!por supuesto que tienes que amar tu trabajo!
!yo soy ingeniero y me encanta lo que dices!
Abrazos.
Se puede decir todo lo que se quiera de tu trabajo, menos que es aburrido, no me extraña que te guste, aunque termines rebozada de pegamento y de otras cosas. ¡Pobres mosquitas!, aunque es cierto que son muy pesadas.
ResponderBorrarMe encantaría verte con tu "uniforme".
Te deseo lo mejor, creo que lo mereces.
Besos.
Que bueno que te guste! a mi me gusta mi trabajo pero no llego a esa facinacion. Que bien que te paguen por lo que te gusta hacer no?
ResponderBorrarjajaj weyyyy!!! o sea, hablas tan bonito de la mierda que hasta romántico parece el post. No manches, que trabajo tan difícil, al menos yo me muero en unas horas entre moscas, malos olores y lombrices, acariciar una vaca? si a duras penas me acerco al tetrapack porque sé que ese no muge. Te admiro, me estoy enamorando de tí babosa! jajaja, te quiero, animo, te extraño amiga, pero me encanta leerte feliz y haciendo lo que más te gusta.
ResponderBorrarsuena bien, sobre todo lo de las babas de vaca en el celular...
ResponderBorrarsaludos*