miércoles, septiembre 12, 2007

Regreso a mi tierra

-Evento: Viaje a Monterrey.
-Razón: Visita con mi oftalmólogo y reunión de toda la familiamamácaracol en Lampazos.
-Día de partida: jueves 6 de septiembre.
-Hora: 9:45 pm TJ-MTY.
-Pendientes antes de dejar Ensenada:
°Regar a Mafalda (la planta que hace de mi casita un hogar).
°Cerrar puertas y ventanas (para evitar la entrada de uno que otro ladrón, pero sobre todo, de las toneladas de polvo que vuelan discretamente por mi barrio).
°Apagar boiler (ahorros energéticos y económicos, recordemos que al fin y al cabo soy de Monterrey).
°Sacar la basura (y así evitar olores putrefactos a mi regreso).
°Dejar las copias de las llaves a la vecina (y no a la esposa del viejo raboverde) en caso de incendio o algo igualmente dramático.

Habiendo realizado todo lo anterior y ya llegada al aeropuerto de Tijuana, tengo que decir que la única partida que hubo fue la de toda mi madre, porque la económica e incumplida aerolínea (VIVAAEROBUS no te acabes….) había decidido, desde el sábado anterior (¿¿¿pero cómo no te enteraste???) adelantar el horario de vuelo una hora y 40 minutos (a las 8:05).

Sinceramente, ¡lo admito! Sentí que se me caía el mundo encima. En el bus de Ensenada a Tijuana, iba lagrimeando por la alegría que me daba el pensar que al fin iba a ver a la familia y amigos que había extrañado tanto.

Cuando me dijeron que no había nada que hacer y que probablemente mi avión ya estaba volando sobre el Mar de Cortés, empecé a llorar cual niña que ha matado a su primer pollito mascota (Chícharo se llamaba) al apachurrarlo con la puerta de la habitación de sus papás.

Para hacer el cuento corto y no ahondar más en el río de lágrimas que el querido aeropuerto de Tijuana vió correr (así como las más de 100 personas en espera de noséqué que andaban por allí), concluyo:

Tuve que comprar un boleto con otra aerolínea más cumplida y mucho más cara, y esperar para abordar el nuevo vuelo 6 horas en una silla que de seguro el encargado de su diseño nunca tuvo que usar más de 5 minutos.

Creo que hay gente que estaba en ese aeropuerto esa noche que todavía piensa en mi y en mis 20 familiares que de seguro, habrán creído, debían de haber muerto en alguna explosión de microondas o algún otro accidente trágico, sorpresivo e igual de improbable.

Lo bueno es que hoy en día, uno no tiene que dar explicaciones del por qué está llorando desconsoladamente (con hipo y mocos escurriendo incluidos), ni tampoco de por qué necesita llegar lo más pronto posible a Monterrey.

.cinco.tres.

2 comentarios:

  1. Pero… ¿concluyó felizmente el segundo intento de llegar a Monterrey por vía aérea?, ¿se inundo el aeropuerto de Tijuana con los ríos de lágrimas?, ¿llegaste a Monterrey y viste a tu familia y amigos?, ¿comiste elote?, ¿Cómo fue el regreso a Tijuana?, ¿por medio de la misma aerolínea cara y cumplida o por medio de Vivaerobus, presentándote en el aeropuerto dos horas antes de las tres horas antes que te tienes que presentar para hacer un viaje en avión (sin armas o materiales peligrosos), por si a la susodicha aerolínea se le ocurría cambiar otra vez la hora de salida?, ¿Cómo quedó Chícharo después del portazo? ¿estrellado o revuelto? (esas últimas dos preguntas están medio amarillistas)…Pero no dejes a medias la historia! Acaba de contarnos que nos dejas con muchos ¿¿¿???

    Saludos!

    Federico MG

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  2. Hola, estoy de ocioso en el trabajo (jajaja!) y me puse a leer más de tu blog!

    Eso de la muerte de pollitos-mascota a manos de niños supongo que debe ser algo común. Bueno, yo me despaché a uno hace mucho. El animal creía que yo era su mamá y me seguía a todos lados, no lo vi y lo pisé, que tristeza. (En realidad era un patito bebé).
    Tiempo después un familiar de aquel patito (patito también) corrió con suerte parecida, a una de mis hermanas se le ocurrió dormirse con el ahora occiso (lo aplastó).

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