domingo, octubre 19, 2008

efectos secundarios

Cada vez aprendo más cosas en mi trabajo.

Ayer llegué al rancho con vacunas para los perros del rancho. Son cuatro. Hay un Labrador y tres Gigante de los pirineos.

En este caso (como en la mayoría... dicen), el tamaño si importa. Yo sentía un poco de mucha preocupación de ser la que tendría que acercarme con esas agujas a los enormes perros.
Siguiendo las instrucciones del veterinario y gracias a la increíble cooperación de Gafas, Lola, Nena y Max, logré el objetivo sin mayor problema.

El último vacunado fue Gafas. Es el perro más grande. A veces se para (apoyando sus patas en las tablas) en los corrales junto a mi. Es más alto que yo. Yo mido 1.71. No es tantísimo, pero en perro, se me hace mucho.

El caso es que terminé de vacunar al Gafas y me encantó cómo salió brincando aparentemente muy contento... hasta que se fue sobre la Nena. Y digo que verdaderamente se fue sobre ella.
Enjundiosamente.

No pude evitar acordarme de mi amigo, ese que tiene una reacción parecida con las tormentas.

¿Talvez sea el instinto reproductor que se abre con la adrenalina que da el miedo que se siente ante un peligro?

Nota: Nunca he estado con mi amigo durante una tormenta...

6 comentarios:

  1. Ya sabía yo que no podía ser yo tan raro: ¡a mí también me pasa lo de ponerme enjundioso durante las tormentas!

    Eso sí, creo que no me parezco tanto a tu amigo, porque a mí se me sube el afán por echarme damas, sí, pero nunca se me ocurriría --¡menuda idea!-- ir a culiar con una perra.

    Ni aunque se llamara Nena. :D

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  2. "Yo mido 1.71", pos yo soy más pequeñillo...

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  3. ¡Caray! ¿De que era la vacuna? ¿Viagra? jejeje ...

    Las personas podemos tener multiples reacciones con las tormentas, pero nunca se me había ocurrido algo como lo de tu amigo.

    ¡Saludos caracolito!

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  4. ¿El miedo provoca esas reacciones?, pues bueno es saberlo.
    ¿Donde te metiste cuando le pilló la tormenta a tu amigo?, ¡Ay! Caracol, Caracol, no hay que desaprovechar oportunidades.
    Bueno, pues que sigas aprendiendo más cosas de tu trabajo, y de todo lo demás.
    Besos.

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  5. jajajaja... me lo imaginé perfecto, jajaja!

    veo que eso les sucede mucho a los machos, supongo que es una necesidad de probar su "hombría" después de saberse vulnerables, heridos o temerosos, tienen que buscar el modo de reivindicarse ante ellos mismos. No sé, sólo supongo.

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  6. Que cosas...

    Cuando hay tormenta o lluvia a mi me dan muchas ganas de comer hot cakes jeje ya se, ni al caso

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