domingo, julio 20, 2008

A veces pero juro que no siempre

A veces creo que me paso de necia y terca.. Ahora que estoy cerca de Monterrey y puedo venir el fin de semana que quiera, a veces me cuesta mucho regresarme a Saltillo. Me pregunto por qué me gusta batallar, por qué busco tanto la independencia esa que a veces hace todo tan complicado.

Si viviera con los papás caracol, nunca estaría sola, tendría a mi familia siempre que necesitara, a mis amigos los podría ver diario, no tendría que comprar comida y pagar renta ni servicios de luz, agua y gas, no pagaría Internet, teléfono y podría tener todos los canales de televisión para cuando quisiera echarme y entrar en coma unas cuantas horas.

Sin embargo, decidí aceptar un sueldo que apenas me alcanza, comprar un carro que necesito para poder ir a trabajar y que me tiene ahorcada. Me sobran 144 pesos a la semana para lo que se me antoje y es dinero que prefiero ahorrar para cualquier emergencia.

He regresado a lo que hacía antes de graduarme de la carrera, entonces al salir de trabajar, fumigo casas y jardines para desaparecer las molestas cucarachas que invaden en verano y así poder ganar un poquito más de plata y sentirme más tranquila.

Un amigo me acaba de ofrecer ser un tipo de semiasistente cibernética, ayudándole con documentación ycosasasí. Un dinerito más que no me caería nada mal.

Aparte de estos trabajitos extras, estoy trabajando en promedio 10 horas en el rancho y estoy física y mentalmente cansada. De todas formas me encanta la empresa donde estoy y todo lo que estoy haciendo y aprendiendo…

Pero a veces me frustro porque no puedo evitar que a veces me venza el miedo y el cansancio y quiera aventar todo y regresar con mis papás y a la seguridad y comodidad que ellos con todo gusto me ofrecen… a cada rato. Creo que ellos serían de lo más feliz si me tuvieran en su casa toda la vida y si tuviera un trabajo normalito donde usara tacones y el perfume tuviera un efecto positivo sobre los seres que me rodearan. A veces pienso que debería hacerles caso.

Pero bueno, que siempre me ha gustado irme por el camino pinchedificil. Imagino que habrá muchas satisfacciones en algún momento de mi vida por esto. Espero. Mas vale, carajo.

En fin. Una semana más que termina y otra más que empieza. Seguro que, como siempre, esto pasará y mañana me sentiré mejor. Espero.

10 comentarios:

  1. Dile a tu amigo si no tiene un trabajo de ciberasistente para mí también; o diles a las cucarachas que se esfuercen tantito por criar, y así podré ir yo también en pos de su exterminio por un puñado de dólares.

    Y, oye, ahora que lo pienso... ¿te estás quejando? Es que no sé si me ha quedado claro. :p

    ¿Oíste hablar del costo de oportunidad? :) A veces es útil ponerse en el plano teórico.

    ResponderBorrar
  2. Ándele, caracolito, usté quéjese lo que quiera porque también se vale. Esto de ser responsable tiene sus costos y es una verdadera chinga (tell me about it) así que no te sientas mal por mentar madres. Así como uno tiene obligaciones para con el señor patrón, también tiene derecho de fruncir el ceño y hacer berrinche.

    ResponderBorrar
  3. Animo Amiga!! Animo!
    Tienes la ventaja y bendicion de estar a 40 minutos de Monterrey y poder ver a todos tus seres queridos! Enjoy it!!!
    Siempre busca lo bueno y lo mejor de cada cosa que se presenta en tu vida! Trata de ser feliz, lo mas que puedas!
    Un beso y un abrazo!

    ResponderBorrar
  4. Seguro que hay recompensa, seguro!

    Ya te contaré que tal me va a mi cuando me independice, jeje. Yo en vez de estar escasa de pesos, lo estaré de euros :P

    ResponderBorrar
  5. Welcome to real life!

    Creo que es preferible vivir sola matándose por sobrevivir que tener que avisar a dónde vas, con quien vas, saber que vives en TU casa y tener sexo en TU cama.

    Es preferible el cansancio extremo y el stress de tanto trabajar que ser un looser que a estas alturas de la vida vive con sus papás.

    ResponderBorrar
  6. Eres una luchadora, y ese es el primer paso para alcanzar los sueños, ánimo, que yo creo que vas por buen camino. Te lo dice una que aún anda con papá y mamá chimenea.

    ResponderBorrar
  7. La independencia es lo que tiene: momentos pinchedifíciles en los que te apetece dejar esta chingada; pero y que me dices de tu sensación de "no hay pendejo que me corrija"?.
    Manda carallo con esta vida!
    (Y los tacones y el perfume también tendrán su momento. Digo yo)

    Biquiños encaracolados

    ResponderBorrar
  8. Preciosa: la satisfacción es la propia independencia.
    No es fácil. No es agradable. No está reconocida. No da dinero. No te hace ni más guapa, ni más lista, ni más atractiva.
    A veces me pregunto por qué.
    La respuesta es que yo no podría hacer otra cosa.
    Quizá a ti te ocurre lo mismo.

    ResponderBorrar
  9. Eso siempre pasa y siempre se pasa. Obviamente que uno extraña demasiado las comodidades de la familia, ni me lo digas a mi, pero también está el hecho de que lo que a vos te hace realmente feliz es eso, y si vas donde tus padres de nuevo, siempre vas a sentir algo de frustración.
    Solamente continua en este camino, que a veces es duro. El tiempo se encarga de cambiar y acomodarlo todo. Creeme.
    Igual, sos una gran mujer que no echa para atrás.

    ResponderBorrar
  10. ¡SÚPER CIERTO! Es extraño irse a "sufrir", digo, comprar con tu $ comida, pagar luz, gas y otras cosas que una no sabía que eran necesarias (jeje), sin tv ni cable ni internet (snif!) en vez de llegar a una casa donde una no se tendría que preocupar por nada de eso. Yo ando en las mismas y tienes razón, no sabes de dónde sacar dinero y siempre supones q lo debes guardar, POR LO QUE SEA, es raro. Supongo que son sólo ataques de pánico (¡la independecia asusta terriblemente!), nomás hay que respirar muy suavecito, digo, a mí me funciona. A veces. Saludos.

    ResponderBorrar